lunes, 30 de enero de 2012

ORÍGENES DE LA EDUCACIÓN CATÓLICA EN TANDIL

LOS ORÍGENES DE LA EDUCACIÓN CATÓLICA EN TANDIL
Los Colegios Sagrada Familia y San José



La educación tuvo temprano desarrollo en nuestra ciudad, y de ello nos hemos ocupado en el capítulo V de Historias del Tandil II, “Educar al soberano”. Allí vimos su desarrollo tanto en el plano oficial como en el privado.
Fue en este último en el que la Iglesia Católica puso un interés primordial, de tal suerte que en todo el mundo distintas órdenes y Congregaciones religiosas, se dedicaron especialmente a esta tarea.
En nuestro país es ampliamente conocida-.o debería serlo-la labor fundamental de los Jesuitas, fundadores de numerosos colegios de gran prestigio, algunos de los cuales llegaron hasta nuestros días, así como Universidades, entre ellas la más antigua, la Universidad de Córdoba, fundada por fray Fernando de Trejo y Sanabria en 1623.
Tandil no fue ajeno a esta realidad y correspondió al Pbro. José María Cruces, Cura Párroco, ser quien tomó la iniciativa que derivaría en el comienzo de la educación católica.
En 1880 la Logia Masónica Luz del Sud, había creado el Asilo San Juan, el que luego fue municipalizado como Hospital por el primer Intendente Pedro Duffau.
En ese mismo año el padre Cruces fundó la Sociedad Damas de Caridad, creando inmediatamente el Hospital de Caridad y gestionando la llegada de monjas de la Congregación Hijas de Nuestra Señora de la Misericordia.
Esta Congregación había sido creada en Italia por la luego Santa María Josefa Rosello (ver recuadro) en 1837, habiendo llegado a nuestro país las primeras integrantes en 1875: quince monjas que viajaron junto a los primeros salesianos de Don Bosco y que vinieron a solicitud el gobierno para atender los problemas de la salud pública.
En nuestra ciudad, respondiendo al pedido del padre Cruces, la Congregación designó a Sor María Justina Bertani, para cumplir con las funciones que demandaba el Cura Párroco, de atender a la Dirección del recién creado lugar de sanidad, llegando aquí en 1890.
Sor María Justina estuvo en Tandil hasta 1895, año en que por padecer una enfermedad retornó a Buenos Aires. Pero sería por poco tiempo, ya que, curada, volvió para hacerse cargo de la flamante fundación del Colegio de la Sagrada Familia, como primera Directora.
La labor de las Damas de Caridad concretó luego de largas tramitaciones, la creación de lo que sería el Hogar Sagrado Corazón, en los terrenos “frente al antiguo cementerio”, en 1897, lugar querido por todos los tandilenses que hoy sigue atendiendo a niñas y ancianos con amor y dedicación, bajo la atenta tarea de las Hermanas de la Congregación fundadora.
La tarea de la Sociedad Damas de Caridad fue también decisiva en la creación del primer Colegio Católico, ya que fue su presidenta Rita B. de Fernández, quien acercó la idea de concretarlo a la Congregación a través de la Hna. Eufemia. Carrara, en 1896, con el apoyo del Cura Párroco de entonces, P. Marcial Álvarez.
Así llegó el 1 de marzo de 1896 y el Colegio de la Sagrada Familia, más conocido hoy como Colegio de Hermanas, abrió sus puertas en una casa alquilada.
Aquellos primeros momentos fueron casi épicos, en esa casa ubicada en la esquina de Gral. San Martín y 9 de Julio, donde hoy está la Tienda La Capital, (recordemos que allí también había funcionado en un ranchito la primera capilla).
El crecimiento de la matrícula de las niñas, obligó a buscar un edificio más amplio y ya la Sociedad Damas de Caridad, que sostenía económicamente la obra, dejó de hacerlo, asumiendo el sostenimiento directamente la Congregación.
En junio adquirieron en remate una casa amplia, ubicada en Gral. Paz 684, por $ 35.000 m/n, escriturándola el 27 de octubre de 1896. Las ciento treinta niñas tendrían más comodidades, sin que éstas tardaran en concretarse.
La compra fue financiada por un préstamo del Banco de la Nación, que luego se canceló en 1902.
Con tres secciones de primer grado comenzaron la tarea las Hermanas Maria Alfonsina, María Juliana, María Chantal y María Gerarda acompañando a Sor María Justina.
El crecimiento de la matrícula y el prestigio del Colegio obligaron a las Hermanas a pensar en levantar un nuevo edificio y así, en 1920, se construyó la planta baja del actual edificio y tres años más tarde la planta alta, bajo la dirección del constructor J. Franchini
Las Bodas de Oro fueron celebradas con un programa extenso de actos que abarcó, entre otros, la colocación de la piedra fundamental de la nueva Capilla, la que fue inaugurada al año siguiente, es decir en 1947.
El paso de los años multiplicó las necesidades y la matrícula, y ya cuando en 1961 el Colegio contaba con más de 800 alumnas, la Cooperadora presidida por entonces por el Dr. A. Pérez Pombo pensó en la ampliación, idea continuada y concretada con la presidencia, al año siguiente, de Venancio Málaga, año en el que comenzaron la tareas de levantar el nuevo edificio para el secundario, cuando era Directora Sor Dominga y arribaba a Tandil Sor Nelly Elena Santa Olalla en 1963, que no es otra que la recordada Hermana Alicia, que por décadas prestigió con su conducción el Colegio y la educación toda de Tandil .
La tarea educativa se fue ampliando paulatinamente, creándose en 1968 el bachillerato y en ese mismo año la Biblioteca “Juan XXIII”, ocupando nuevos espacios lo que conllevó a construir el primer piso, inaugurado en 1969.
Dos años después se celebraban con grandes festejos las Bodas de Brillante, los primeros 75 años del Colegio. La afluencia de niñas fue constante y nuevas inquietudes llevaron a la creación del Jardín de Infantes en 1983- que hasta entonces funcionaba como anexo-como nivel independiente.
Nuevas obras se sumaron con el apoyo incondicional de los padres cooperadores y así fue posible dotar al Colegio de un moderno gimnasio cerrado, inaugurado en 1988.
Con más de mil quinientas alumnas, el centenario fue celebrado con la participación de toda la comunidad en 1996, oportunidad en que las diversas generaciones que pasaron por las aulas del Colegio se hicieron presentes para revivir los momentos allí pasados.
Una publicación quedó como valioso testimonio de esos momentos y como aporte a la historia del Colegio.
No podemos cerrar esta muy suscinta reseña, sin mencionar la colaboración pastoral de diversos sacerdotes que fueron capellanes desde el origen mismo del colegio y que queremos resumir en dos figuras que honraron la cátedra sacerdotal en Tandil: Mons. Luis J. Actis y el Pbro. Jesús María Baretto, a quienes el que esto escribe, les debe apoyo y consejo en difíciles momentos…
Hoy el Colegio de Hermanas es también mixto desde 1998, de tal manera que la vieja tradición dio paso a un necesario aggiornamento que no hace sino continuar con la calidad de la educación que siempre se le reconoció.
Conduce actualmente el complejo educativo la Hermana Rainelda.


EL COLEGIO SAN JOSÉ

Fue en 1907 cuando por iniciativa del padre Marcial Álvarez, ex Cura Párroco de Tandil y por esos años en San Nicolás de Bari, Buenos Aires, se iniciaron los contactos para crear un Colegio católico pero para varones, completando así la oferta educativa católica para ambos sexos.
Para ello interesaron a la Congregación de los Hermanos de la Sagrada Familia, fundada por el Siervo de Dios Gabriel Taborin , en Francia, y aprobada por el Papa Gregorio XVI en 1841.
La llegada a América de los primeros Hermanos de la Congregación fue a Uruguay, en 1889, fue en Montevideo donde recibieron la noticia del requerimiento tandilense y con la llegada del Hermano Nicéforo, Superior de la Congregación y el apoyo incondicional de las damas Ana Irasusta de Santamarina, Pascuala Arana de Bilbao y su hija Raquel Bilbao de Vicuña, la idea comenzó a cobrar visos de realidad.
La viuda de Santamarina donó los terrenos de la esquina de Maipú y Fuerte Independencia, los que fueron escriturados el 6 de setiembre de 1907, llegando el Hermano José Silvano Poncet para encargarse de la construcción del ansiado Colegio.
Terminadas las tareas constructivas, el 9 de marzo de 1908 se inauguró el Colegio San José, con la dirección del Hermano Miguel Dangnac conocido como Hermano Vicente. Nacía sí el primer establecimiento educativo de esta Congregación en nuestro país.
Junto al citado Hermano, fueron los Hermanos fundadores: Víctor Rolland, Serafín Tupin, Alfonso Garroni y Antonio Giraud, todos ellos franceses.
Treinta y cuatro alumnos distribuidos en tres secciones de los primeros grados, fueron los pioneros.
Al año siguiente el número creció notablemente hasta llegar a ciento veinte, dejando su lugar, la dirección, en 1911 para dar paso al Hermano Dionisio Pionchon, quien estuvo al frente del Colegio hasta 1920.
Durante su gestión se registraron importantes progresos edilicios, entre ellos el de dotar de luz eléctrica al edificio y adquirir los terrenos sobre la calle Fuerte Independencia, donde se construyó el Aspirantado, el que luego de un año se trasladó a Córdoba.
En la gestión del Hermano Silverio Perret, se adquirieron los terrenos sobre Maipú donde hoy está la entrada principal y se comenzaron a dictar cursos contables, aunque los estudios secundarios funcionaron como incorporados a otros establecimientos oficiales desde 1924 hasta que en 1961 el secundario se independizó.
Por su parte la Capilla, que funcionaba provisoriamente desde 1924 en el subsuelo de la esquina, tuvo su nueva ubicación con la construcción de la bella que hasta hoy luce, en 1947, sobre planos del arquitecto uruguayo Horacio Terra Arocena y la dirección técnica del Ing. Luis Alonso y del constructor Francisco Torzillo. Decorada y con las imágenes de madera finamente trabajadas, la Capilla fue solemnemente bendecida y consagrada el 28 de setiembre de 1947, por el Obispo de Azul Mons. César Cáneva.
Los primeros bachilleres habían egresado en 1931 y dos años después la comunidad toda celebró alborozada las Bodas de Plata en 1933.
El Colegio se consolidó y creció a un ritmo asombroso, contando además desde el principio con la presencia de los pupilos que venían de otras ciudades o de zonas rurales. El prestigio de su educación permitió que sus egresados fueran ocupados rápidamente en distintos trabajos por entonces muy bien considerados en la sociedad, como bancos, estudios contables, etc.
Los religiosos de la Comunidad del Colegio supieron también, en 1955, del encarcelamiento por los duros días del final del peronismo…
Numerosos profesionales en distintas disciplinas fueron ex alumnos el Colegio de tal manera que pasada la celebración de las Bodas de Oro apoyaron la erección de un nuevo y moderno edificio el que quedó inaugurado, para el secundario, el 21 de octubre de 1962.
Distinguidos profesores se sumaron al cuerpo de los Hermanos que continuaban firmes en su labor educadora y religiosa, ya con presencia de Hermanos argentinos, uruguayos y algunos españoles, que fueron reemplazando a los originales franceses.
En 1970 el Colegio inauguró una biblioteca pública para toda la comunidad, la “Brig. Gral. Martín Rodríguez”, siendo su primera bibliotecaria Noemí Conforti, creándose al año siguiente el Instituto Superior del Profesorado, con las ramas de Letras y Lengua Inglesa, a las que se sumó, en 1982, la carrera de Preescolar. Su primer Rector fue el Hno. Fidel Robledo a quien sucedió, diez años después, el Hno. Adelsio Delfabro, que aún hoy continúa-con otras funciones-en el Colegio, luego de una estadía en Francia.
Ya desde 1975 el Jardín de Infantes funcionaba como anexo al primario, hasta que se independizó como nivel en 1983, año de las bodas de brillante, los primeros 75 años, celebrado con actos variados, entre ellos la inauguración del gimnasio cerrado.
De esta manera el Colegio San José cubría todos los niveles de la educación, desde el preescolar hasta el nivel terciario. Ya no había más pupilos desde el año anterior, los que llegaron a ser hasta ciento cuarenta en su mejor momento.
Sería largo y escapa a la dimensión de esta nota, enumerar logros y personalidades destacadas que actuaron en las aulas y en las Asociaciones de Ex Alumnos y en la de Padres (cooperadora), dado que todos trabajaron eficazmente. En 1967 la Asociación de Padres dio paso a la Unión de Padres de Familia, a cuyo frente estuvieron ex alumnos y destacados vecinos de Tandil.
Más cercano a nuestros días, el tradicional Colegio de varones, abrió las puertas a las niñas y así en 1987 pasó a ser mixto. Un paso impensado en los momentos fundacionales…
A partir de 1998 un laico asumió por primera vez la Dirección General, el Prof. Lauro Pedro Castorino, que se retiró en 2005, siendo sucedido, también por vez primera, por una mujer, la profesora Beatriz Christensen de Málaga y hoy, luego de su jubilación, el plantel directivo está integrado por Marta Rivas, directora del Jardín; Silvina Andrade, de Educación Primaria Básica; José Pasucci, de Educación Secundaria Básica y Rubén Peralta del Terciario.
El centenario el Colegio fue celebrado en 2008 con diversos actos que culminaron con una cena multitudinaria, aprestándose a publicar un libro que reflejará este siglo transcurrido, en el que ha dejado una huella imborrable en la vida de Tandil, llevando a cabo una labor evangelizadora que dio sus ricos frutos: ex alumnos que fueron sacerdotes o religiosos, como Mons. Luis J Actis, sus hermanos Florentino y Francisco, Mons. Enrique Ciao, Mons. José Tommasi (único Obispo ex alumno), los Pbros.: Juan C. Gardey, Raúl Camino Mendiberri, Juan C. Rizzardi, Juan C. Fernández, Raúl Salcedo, Jesús M. Baretto, Mons. Emilio Monni , Raúl López y el más reciente Luis Malaspina.
Muchos Hermanos dejaron recuerdos y anécdotas imborrables. Mencionarlos a casi todos excedería este capítulo, pero queremos nombrar a cuatro que fueron sinónimos del Colegio San José: los Hermanos Crisóstomo, Hermenegildo, Sabino y el recientemente fallecido Bernabé. En ellos el homenaje a todos los que por allí pasaron…
El Colegio además tuvo y tiene lugares de uso para la comunidad como la Quinta San Gabriel,-la quinta de los curas- adquirida a la familia Tapia en 1936, sobre la avenida que lleva el nombre del Hno. Gabriel Taborin, donde además de cómodas instalaciones para acampar, posee una cancha de fútbol lugar apropiado para la práctica, a través del Deportivo San José, que si bien no depende del Colegio, fue adonde buenos futbolistas ex alumnos participaron en los torneos de primera hasta hoy. Su primer presidente fue Luis Cardinale.
En 2010 se puso en la Quinta, la piedra fundamental para levantar allí el Jardín de Infantes, en otro paso de progreso, inaugurándose en 2011.

Daniel Eduardo Pérez

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