jueves, 17 de mayo de 2012

EL HOSPITAL MUNICIPAL DEL TANDIL


                               EL HOSPITAL MUNICIPAL DE TANDIL

ANTECEDENTES
Con la erección del Fuerte de la Independencia el 4 de abril de 1823, se instaló, dentro del mismo, el primer hospital. Era de carácter militar y de campaña y por lo tanto precario pero el primer antecedente sobre el tema. La concepción respondió a la idea del gran médico Cosme Argerich (h) que fue el que entendió en las provisiones  de los medicamentos e instrumental indispensables.
Pasados los años fundacionales, algunos curanderos y presuntos médicos llegaron hasta el Tandil sin una organización específica. Fue por el  reclamo enérgico del prefecto  Elguera, que  arribó a Tandil el Dr. Juan Pedro Córdoba, en marzo de 1858, poniendo fin a una situación de abandono de la atención médica, haciéndose cargo del denominado "Hospital Militar", que no era sino los restos del equipamiento que había traído la expedición fundadora  y cuyo inventario apenas registraba doce catres maltrechos, unas pocas frazadas y escasos elementos más.
El Dr. Córdoba puso orden y además solicitó la presencia de otro médico para ayudarlo, lo que ocurrió en 1862, con la llegada de Manuel Verdier, quien además  fue portador de vacunas contra la viruela, flagelo que con sus epidemias dejaba el tendal de muertos y el terror entre los pueblos.
Córdoba, al parecer hombre de rectas intenciones y sólida formación, supo también poner en "caja" a falsos médicos, denunciando sus actividades  y alzando la voz ante las autoridades. Lamentablemente para el pueblo, el Dr. Córdoba dejó Tandil en 1863, con lo que retomó un lugar de preferencia el  desprestigiado “médico” Cruz, ante la ausencia de verdaderos facultativos, quedaron a merced de este hombre, soldados y población, hasta que partió con las tropas del Cnel. Benito Machado en 1865, cuando el "Toro" trasladó sus cuarteles a Tres Arroyos.
A todo esto, ya las autoridades municipales habían solicitado el nombramiento  de quien remplazase a Córdoba.. Respondió el 11 de octubre de 1864 el ministro de Gobierno que se satisfaría la solicitud, con el nombramiento del Dr. José Fuschini, como médico de policía, quien asimismo portaría vacunas.
La llegada del Dr. Fuschini , dadas su formación y personalidad señaló sin duda el comienzo de la medicina organizada en Tandil,  en manos hasta se momento de improvisados.
Ya en 1861 los vecinos del pueblo Miguel García y Manuel Letamendi habían fundado la que sería la primera botica  de origen local: " La Amistad", de  corta duración y que estuvo a cargo de Honorio Guilbaux, también de ostentaciones curanderiles.
Al año siguiente el noruego Juan Darjap instaló la  botica El Progreso, pero el Juez Romero se quejaba por entonces que en el pueblo " no hay médico ni botica. Mallo no tiene credenciales y Darjap es un estafador., debemos seguir la suscripción pública para traer un médico..."
La  idea fructificó  y así nació la " botica popular", donde hasta el mismo Fugl la apoyaba al entender que una botica de características como la propuesta," cuasi" municipal, sería importante. La permanente amenaza de la difteria, la viruela, la fiebre amarilla y el cólera, tenían en vilo a la población, por lo que muchas veces aceptaban lo que tenían a mano en materia de presuntos "doctores", para calmar sus miedos.
Juan Fugl, convencido de la importancia de Fuschini, propuso otorgarle un subsidio de $ 3.000 mensuales, lo que fue aprobado con complacencia.
En tanto Fuschini se debatía en la soledad en su magnífico y denodado accionar, el dependiente de la botica municipal y sus sucesores, se transformaron una vez más en un dolor de cabeza para la Corporación, que intervino la botica, a esta altura verdadera protagonista de malos tragos en el pueblo.

Quiso la suerte que Fuschini en uno de sus viajes a  Buenos Aires se encontrara con otro italiano como él, también graduado en Padua, pero como farmacéutico, Flaminio Maderni y lo convenciera de venir al Tandil para ejercer su noble profesión.
Entre 1870 y 1871 la lucha de Fuschini contra las epidemias fue incansable. Pudo contar para ello con la colaboración del recién llegado Dr. Ángel Gianelli, a quien Fuschini elogió por su espíritu de  solidaridad en los momentos más difíciles.
Precisamente en 1870 se fundó la primera entidad de carácter mutual en Tandil: la "Sociedad Filantrópica La Caridad", que designó al Dr. Fuschini como médico para sus asociados, con lo que se transformó en el primer médico mutual de Tandil.
Surgirían más tarde la Sociedad Cosmopolita, la Española (1873) y la Italiana (1877), que significarían etapas muy importantes en la atención de servicios solidarios y también médicos.
Fueron años que quedaron marcados en la historia local, por la presencia de un curandero que excedía el marco normal de los "cura empachos". Nos referimos a "Tata Dios", que ejercía en la estancia de los Gómez, La Argentina y tuvo fieles seguidores, no sólo como pacientes sino como "soldados de su causa", la que nunca quedó en claro, pero que fueron los ejecutores de la masacre de treinta y seis extranjeros, cuando aquel 1 de enero de 1872. Estos asesinatos sacudieron no sólo a Tandil sino al país.
Pasada esta pesadilla, el pueblo retomó su calma y en 1874, el Dr. Fuschini, que estaba casado con Blanca Fidanza, convenció al Dr. Eduardo Fidanza, su cuñado, para que se radicara en nuestro pueblo para colaborar en su infatigable tarea en favor de la salud pública. Llegó así a Tandil otro médico que dejaría una huella profunda no sólo en la medicina, sino en la política y en el progreso general. Los doctores Fuschini y Fidanza (que luego contraería matrimonio con la hermana del gran naturalista E. Holmberg), abrieron una " Casa de Sanidad", que sería precursora del primer hospital.
Para la época también actuaban otros médicos, de quienes han quedado anécdotas a través de algunos relatos, que señalaban verdaderas "proezas" realizadas por algunos de ellos, especialmente en materia de cirugía.
Poco tiempo después de la masacre de Tata Dios, se conformó en Azul primero y en Tandil luego, una Logia Masónica, que aquí se llamó "Luz del Sud" y a la que adhirieron hombres de importancia en el medio local como Santamarina  y también los doctores Fuschini y Fidanza. Correspondió precisamente a esta Logia, a impulso de los citados médicos, la creación del denominado "Asilo San Juan", en 1880, que ubicado en el edificio de la intersección de la entonces Ríobamba (hoy Alem) y Maipú, atendería gratuitamente a pacientes, internación incluida.
Fue en realidad ese "asilo" el primer centro de atención que podríamos denominar hospitalaria, con  exclusión del antiguo "hospital militar", donde colaboró  también el Dr. Fernando Peré, quien  había comenzado a  ejercer en Tandil por ese tiempo.

EL HOSPITAL MUNICIPAL
En 1887, el gobierno Municipal- ya ejercido desde 1886 por el primer Intendente Pedro Duffau- tomó medidas con los casos de viruela originados en las canteras de Cerro Leones, para lo que asignó a los Dres. Fuschini y Peré la responsabilidad de vacunar a la población. En esa oportunidad prohibió " la entrada al pueblo de los referidos inmigrantes y demás canteros (sic) con quienes trabajen juntos", para ello estableció una especie de cuarentena, ante el temor de la población urbana que presionaba para establecer esta suerte de "apartheid".
Como corolario de las buenas  intenciones de Duffau, el Concejo Deliberante sancionó una ordenanza el 24 de julio de 1888, que constaba de once artículos, por la que se accedía a la propuesta del concejal Juan M. Dhers, de adquirir el Asilo San Juan para que se constituyera en el  Hospital Municipal, ordenanza que Duffau promulgó el 3 de agosto de ese año.
La vieja esquina fue así convertida en el primer nosocomio municipal y se invirtieron en el edificio los presupuestos necesarios para su mejoramiento, Además  de los vecinos que harían las veces de administradores, se designó a los Dres. Fuschini y Peré, como los dos primeros en conducir los destinos profesionales del Hospital. A fines de agosto de ese año,  se incorporaron  los doctores Camilo Gil e Ignacio Lizarralde y por la misma resolución a Benito Somoza como conserje y a Virginia Gatti como enfermera. Asimismo dividió en dos secciones al hospital; una de medicina a cargo del Dr. Peré y otra de cirugía a cargo del Dr. Fuschini.
Ambos médicos desarrollarían su labor con alternancias, hasta que en 1893, el Intendente interino Dr. José Santamarina designó Director al Dr. Fuschini e incorporó junto al Dr. Peré, al Dr. Alberto Vivot.
El Hospital satisfacía la demanda poblacional aunque su edificio ya se encontraba muy deteriorado. En 1897 fue designado en reemplazo del Dr. Vivot, el Dr. Ricardo López, quien desde esa fecha y por varias décadas se constituiría en otro de los pilares de la salud pública en Tandil. El veterano Dr. Fuschini, ya anciano, no cejaba sin embargo en su labor, siendo hombre de consulta de colegas que se habían incorporado al pueblo, como Alfonso Esquerdo, Juan Gatti, Fernández Blanco y el llamativo Dr. Vernetti Blina- famoso porque usaba jacquet y andaba en bicicleta- que fue quien instaló en Tandil el primer aparato de Rayos X. En 1899, falleció el Dr. Fuschini . Dejaba el recuerdo de su figura pionera. Un cortejo numeroso y compungido acompañó sus restos hasta el cementerio local.

EL HOSPITAL MUNICIPAL “RAMÓN SANTAMARINA”
Si bien la atención de la salud disponía de servicios como los ya comentados,  un hecho desgraciado como lo fue el fallecimiento del pionero Ramón Santamarina, en 1904,  devino en una obra extraordinaria que tiene hoy una vigencia plena.  Su viuda, doña Ana Irasusta y su hijo el Dr. José Santamarina, donaron, éste los terrenos, y aquélla y sus hijos, el edificio completo de lo que sería el nuevo Hospital MunicipalRamón Santamarina”,  obra inaugurada el 25 de abril de 1909, con la participación de una multitud como lo reflejan las imágenes de la época. En su interior luce un bello busto de mármol de doña Ana Irasusta de Santamarina obra del escultor Paulín, hecha en París y en su frente  la hermosa escultura en bronce de don Ramón , obra del  catalán Miguel Blay (1866-1936).
Dotado luego del mobiliario e instrumentos adecuados, en 1912 se integró al patrimonio municipal, como una joya destacada que ponía a Tandil en la cima de la calidad de la atención sanitaria en toda  la provincia, merced al gesto generoso de esta familia que tanto dio a su pueblo y que ya centenario su  núcleo original, es ineludiblemente el centro asistencial más importante no sólo de Tandil sino de la región.
El viejo Hospital, se trasladó al nuevo espacio, bajo la atenta supervisión de su Director, el Dr. Ricardo López y de una comisión administradora, integrada por los destacados vecinos. Eduardo Arana, José Carrau y Francisco Fernández en representación de la familia Santamarina  y   por los señores Capdepont, Antonio Usandizaga y Joaquín Belauzarán por la Municipalidad
Junto al Dr. López, los médicos. J. J. Gatti, Alejandro Zavala y Juan C. Tuculet, actuó la primera partera diplomada, doña Amara N. de Suárez y la caritativa atención espiritual y material de las Hermanas de la Congregación Hijas de Nuestra Señora de la Misericordia, que ya estaban en Tandil  y habían sido fundadoras del Hogar de Niñas y Huérfanas y del Colegio de la Sagrada Familia en 1896. La asistencia médica se prestaba en las cuatro grandes salas generales y en las habitaciones especiales destinadas a pensionistas y parturientas.  Brindaba asimismo servicio a los enfermos particulares en la sala de pensionado donde podían internarse bajo la asistencia  de los médicos de la ciudad. En años posteriores, se incorporaron al Hospital los profesionales: Dr.Alfredo Vitón (1910), Ferruccio Domeniconi (1912), Rogelio Arecha y el Dr. Ángel Olmos, Ramón Rey (1915), Pedro Maíz (1919) y Juan C. Tuculet en 1921.
La familia por nota del 15 de junio de 1907, había dejado constancia  de la donación del Hospital, en ese momento en construcción, a la Municipalidad. Asimismo quedó definido el nombre que llevarían las salas: la primera: Dr. Ramón Santamarina, que había fallecido en el año de la inauguración; la  segunda Dr..José Santamarina por la donación del terreno; la tercera Isabel Arana Drago, que falleció aún pequeña, hija del Intendente Eduardo Arana en el momento de iniciarse las obras y la cuarta María Avellaneda Santamarina ( nieta de doña Ana) niña fallecida prematuramente, hija de  Nicolás Avellaneda y María Santamarina.
En la segunda década del siglo XX, Don Antonio Santamarina, compró en París, el primer aparato de Rayos X que se instaló en el Hospital, equipo que luego de muchos años de uso, quedó en depósito, hasta que en el año 1939, cuando  se inauguró el Dispensario de Vías Respiratorias de la Cruz Roja, fuera reparado por Don Américo Sinka y siguió prestando útiles servicios en esta nueva institución de salud
A partir de entonces el Hospital no dejó de crecer bajo las distintas administraciones municipales que lo tuvieron como eje de la salud pública tandilense y con la conducción de médicos respetables, que bregaron por lograr ampliaciones y la colaboración de comisiones de apoyo, lo engrandecieron. Los Directores que cumplieron más años en sus funciones fueron: el primero Dr. Ricardo López (1909-1917), su sucesor Dr. Juan C. Tuculet (1921-1929) y el Dr. Dardo J. Fernández Tasende ( 1961-1973). En su Centenario es su Director Médico el Dr. Vito Mezzina y el Administrativo el Lic. Daniel Binando.

 Daniel Eduardo Pérez